Los caminos para llegar a un objetivo, mientras sea con las herramientas que permite el reglamento, son todos válidos. Ser más o menos protagonista puede ser una consecuencia de una elección táctica, de una necesidad por el planteo rival o la forma que encuentra un DT para potenciar a un equipo. Atlético Madrid se convirtió en el líder de LaLiga en un partido en el que las coyunturas fueron llevando a mostrar que más allá de las elecciones futbolísticas hay un elemento que tiene un valor que a veces se subestima. Un valor que habitualmente se describe con desdén, como si el peso del azar fuera clave en tenerlo y no es así. La eficacia es un valor determinante que no sabe de táctica.
“Cambiamos para contener mejor y salir más compensados ante el ataque increíble de un rival, que nos generó muchas situaciones de gol”. La síntesis de Simeone sobre su modificación táctica es una parte fundamental. Y en esa lectura y ajuste táctico, el papel del motor de la Selección fue fundacional. De Paul, que hasta hace pocos meses generaba murmullo entre los hinchas colchoneros, entiende el juego. Se adapta a lo que pide el partido y lo más significativo de su gol no fue la belleza con la que definió. El argentino recuperó la pelota casi en su área, dio el primer pase como para que la contra empezara pero no se quedó ahí. Se sumó para que esa contra fuera realmente una contra, que la superioridad numérica fuera un problema para el Barsa. Y más allá del mal cierre del rival, más de un jugador no hubiera ni llegado a la posición en la que abrió el pie para empatar.
La sensación de impotencia que genera cuando un equipo que provoca muchas situaciones y no suma goles se choca con otro que su fórmula es la inversa quedó en el ambiente. ¿Qué hubiera pasado si Oblak, el arquero del Atlético, no tapaba dos mano a mano? La historia sería diferente, pero a De Paul eso poco le importa. Y fue aunque el reloj marcara el quinto minuto de descuento. Aceleró la contra en la cabeza, hizo una pausa en el juego y metió un buen pase para que Nahuel Molina asistiera y el triunfo fuera realidad. Sin eficacia, no hay camino elegido que termine exitosamente.
Rodrigo De Paul –
El gol de De Paul vs. Barcelona
Video: ESPN