“Pity, Pity…”. La Sívori lo reclamó, Borja accedió y Gonzalo Nicolás Martínez premió en la red el pedido popular. Aunque antes, por caso, ya lo había hecho desde el juego con dos asistencias en 30 minutos. Ídolo entronizado hace exactamente seis años en un épico 9 de diciembre, su gente quiso premiarlo por ser uno de los pocos que -cada vez que entró- encarnó la idiosincrasia gallardista y riverplatense. Especialmente en las participaciones posteriores al duro y crucial tropiezo en la semifinal de la Libertadores.
Cuando el Pity declaró entonces que “no veníamos teniendo buenos partidos. No venimos representando a la camiseta ni al técnico, entonces nos debíamos esta victoria”, no hizo más que darle feedback a la sensación colectiva. A ese público que después del empate ante San Lorenzo había reprobado el rendimiento de un River que consiguió recuperarse a tiempo para terminar el año con una saludable tranquilidad.
El Pity y el cierre del año de River
“Es una realidad. No hay que ser ciego en cosas que sabemos. No hicimos una buena tarea en partidos importantes y es una bronca que también tiene el grupo. Porque sabemos el potencial que tenemos y no podemos llevarlo a cabo. Es una espina que nos queda hacer las cosas mucho mejor”, ratificó Martínez añadiendo que “nos prepararemos para ser mejores” el año próximo. Admitiendo que “por cómo terminamos el año se va a hacer difícil competirles” a los rivales en el Mundial de Clubes. Aunque aclarando que el grupo apuntará a pelear todo.
Porque para el Pity “jugar acá es lo más lindo que hay”. Y por eso “lo mejor es dejar todo y que la gente se sienta identificada”. Ganando, jugando, presionando. Y honrando al deté al que el #18 abrazó de manera conmovedora luego de convertir y a quien apoyó por su duro momento personal luego del triunfo clasificatorio a la próxima Libertadores.
“Esta victoria se la queremos dedicar a la familia de Marcelo”, se explayó Martínez para poner en contexto la victoria tanto a nivel futbolístico como humano. Puntualizando que “vivo con muchas ganas el día a día y lo reflejo dentro de la cancha” y elevando la vara pensando en repetir el próximo fin de semana, ante Racing, porque “queda una fecha más y esta camiseta lo demanda”.
Aunque más allá de pensar a futuro, el Pity disfruta el presente. Uno en el que empatiza con la gente por su fortaleza mental pero también por su calidad al tocarla con los pies. Lo demostró con esa devolución perfecta a Borja en el 2-0 y con la asistencia a Solari en el tercero. Y lo certificó con la definición perfecta en el 4-0. Un penal que el Colibrí le cedió, resignando la chance de un doblete.
Pity confesó que le pidió el penal a Borja
River Plate –
El Pity Martínez convirtió de penal el último gol del encuentro
TNT Sports.
“Uno intenta que Miguel haga goles. Yo siempre trato más de asistir que de hacerlos. Esta vez ya lo había asistido dos veces, en la del gol y la que pegó en el palo. Me caracterizo por la personalidad y le fui a pedir el penal. Él tuvo la amabilidad de dejarme patear”, reconstruyó el diálogo en el que el colombiano accedió a cederle el tiro. “La gente ve que uno trata de demostrar esto en la cancha y se siente identificada”. En esa línea, y haciendo match con el cariño popular, recalcó que “el 9/12 es una fecha importante pero lo dijo el técnico: hay que ir por más”.
Y a eso apunta. Por eso dijo que “ojalá podamos ganar la Copa un par de veces más antes de que me retire”. Está enfocado. Superada la lesión ligamentaria que sufrió durante la pretemporada de verano, Gonzalo ahora ilusiona a futuro. Con un año exigente por venir, su presente, su templanza e identificación con el copyright MG permiten proyectarlo como una carta necesaria en una plantilla que sufrirá retoques para crecer competitivamente. La gente así lo reclama